viernes, 30 de octubre de 2015

EVOCACIÓN.
Era entonces tan niño
que hasta el amor vagaba en nebulosas
y el grito existencial ni siquiera
había tocado mi alma
Apenas el asombro y la dicha
cabalgaban mi cuerpo
mientras mis ojos bebían desbocados
la inmensa policromía verde-azul
y la majestuosidad de los cultivos.

Todo era eterno...
hasta el tiempo...
todo.
Era entonces tan niño
que ni siguiera
había notado tanta hermosura
en la miel infinita de tus ojos
que me asediaban
cada vez que cruzaba el umbral
de la escuela.
Luego llegó el amor
y la añoranza
y los deseos
de volverte a ver...
agh.
Foto del internet.

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