sábado, 10 de abril de 2010
Dos amores
AUN TU AROMA
Esa música
que ronda mis recuerdos
con fantasmas de dicha.
El tiempo envejecido que regresa
cargado de nostalgias,
con tu figura austera,
con tu presencia alada.
Esa voz que aún cabalga
por mis sienes,
el eco de tu voz, madre
que aún sublimiza
las cavidades de mis ansias.
¿Sabes madre?
aún siento el aroma
de tu sazón
que invade todos los rincones,
la cascada de tu voz
que llega como una bendición,
como el abrazo de Dios,
como aleteo de mariposas
en plena primavera.
Esa música madre
que muele el viejo torna mesa,
instala en cada uno de mis poros
la indescriptible dicha
de haber vivido
a tu lado.
MADRE ABUELA
Ya lentamente va caminando sin detenerse,
ya no es la misma que antes corriera por la campiña
ahora sus piernas no le responden para moverse
no salta y canta de igual manera cuando era niña.
Ayer fue rosa que presurosa belleza daba
ayer su paso iba inquietando los corazones
doquiera fuera un alma joven todo inundaba
ella era el neuma que revolaba por los rincones.
La niña hermosa que derramaba dulzura y gracia
la dulce niña que fuera envidia de sus hermanas
la niña aquella que un día tuviera juegos de infancia
la que doquiera siempre regara suave fragancia
ya no es la misma ya sus mejillas no son lozanas
más siempre irradia entre los suyos dulzura y gracia.
jueves, 8 de abril de 2010
Otros dos
TODO Y NADA
Eres mi silencio eres mi amargura
Eres mi tristeza y mi desventura
Eres mi secreto eres mi dulzura
Eres mi alegría mi buena ventura.
Eres todo y nada lo que yo más quiero
Te tengo en mis ansias me faltas por dentro.
Eres mi esperanza
Mi paz mi tormento
Mi cielo mi gloria
Mi dulce lamento
Eres todo y nada
Lo que soy y siento
Te encuentro en el aire
Te encuentro en el viento
Y el cielo es testigo
De mi gran tormento.
Cuando estoy contigo no se lo que pienso
Pierdo mis ideas y vivo el momento
En tus besos hallo mi cielo y mi aliento
Mi dicha mi todo, muere mi tormento
Eres mi esperanza, lo que yo más quiero
SED DE NAUFRAGO
Regálame cobijo
con tus brazos de sándalo
acógeme en la tarde
de tu cuerpo cimbreante
envuélveme por siempre
con tus pechos de diosa
ninfa cálida y dulce,
cariñosa y amante
Arranca con tus labios
los dardos que me hieren
y siembra en mis heridas
tus sabores de cielo
cura la eterna sed
de náufrago que tengo
y envuélveme en la seda
de tus besos de fuego.
Quiero que siempre seas
bella samaritana
como un lampo de aurora
en mi noche de piedra
deja aferrarme al fruto
que me salva y me sana
y quedarme en tus brazos
mientras dure la niebla.