jueves, 2 de abril de 2020

HOLA AMIGOS. Aquí les participo un pequeño artículo, recientemente escrito por mí. Espero les guste y muchas gracias por sus comentarios. Un fuerte abrazo.
LA PESTE Y EL COVID
Por José Adelnide Giraldo Herrera
“El anuncio de que durante la tercera semana la peste había hecho trescientos dos muertos no llegaba a hablar a la imaginación. Por una parte, todos, acaso, no habían muerto de la peste, y por otra, nadie sabía en la ciudad cuánta era la gente que moría por semana. La ciudad tenía doscientos mil habitantes y se ignoraba si esta proporción de defunciones era normal.” Albert Camus La Peste Página 40
“Es frecuente descuidar la precisión en las informaciones a pesar del interés evidente que tienen. Al público le faltaba un punto de comparación. Sólo a la larga, comprobando el aumento de defunciones, la opinión tuvo conciencia de la verdad. La quinta semana dio trescientos veintiún muertos y la sexta trescientos cuarenta y cinco. El aumento era elocuente” Albert Camus La Peste Página 40
“La madre miró por entre las piernas de su hija y dio un grito sin poderse contener. Todas las tardes había madres que gritaban así, con un aire enajenado, ante los vientres que se mostraban con todos los signos mortales, todas las tardes había brazos que se agarraban a los de Rieux, palabras inútiles, promesas, llantos, todas las tardes los timbres de la ambulancia desataban gritos tan vanos como todo dolor. Y al final de esta larga serie de tardes, todas semejantes, Rieux no podía esperar más que otra larga serie de escenas iguales, indefinidamente renovadas” – Albert Camús La peste p.46
NOTICIAS ACTUALES:
“La crisis del Coronavirus lleva al desempleo a casi diez millones de personas en Estados Unidos en las últimas semanas” – El País – Periódico global – 2 de abril 2020
“Últimas noticias del coronavirus, en directo/ Italia suma 760 muertos en un día y alcanza 13.915 fallecidos” – El País – Periódico global – 2 de abril 2020
“Coronavirus en España, última hora en directo: 950 muertos en un día” – marca.com/tiramillas/2020/04/02
Podríamos extendernos con titulares de todos los noticieros del mundo; pero la realidad es la misma: Esta pandemia nos tiene acorralados y no creo equivocarme en afirmar que una situación como esta, nunca antes, la actual generación de vivientes la habíamos presenciado.
Aquí cabe decir que estamos padeciendo una hecatombe, en el sentido amplio, ya que sufrimos una tragedia de proporciones incalculables. El número acumulado de muertes de seres humanos en el mundo, hasta el presente, nos indica la gravedad de la amenaza que pende sobre cada uno de nosotros.
El temor al desastre total, poco a poco ha convencido a los líderes del mundo a buscar la forma más adecuada de salvaguardar a la mayor parte de los habitantes que están bajo su jurisdicción; y a fe que estamos aprendiendo la lección: Definitivamente, la libertad del hombre no puede ser absoluta, y el dominio de este “rey” terrestre, parece que empieza a ser cuestionado en lo fundamental. Un simple virus, tan volátil como la más pequeña de las partículas que caen sobre la superficie, nos tiene encerrados entre cuatro paredes y con la tensión en alto: Ese virus que ocasiona la peste y posiblemente la muerte inexorable de centenares de miles, si no se le ataca a su debido tiempo, no dejará de acorralarnos hasta la extinción.
Qué ironía: nosotros que creíamos que a estas alturas de la modernidad ya lo dominábamos todo, poniendo a nuestros pies aún hasta los fenómenos naturales, con una historia de conquistas a la luna y otros planetas, con una revolución nunca antes imaginada en materia de comunicaciones, con avances insospechados en genética, en salud y en prolongación de la vida humana, ahora nos postramos ante la amenaza de un pequeño germen que ha puesto a la ciencia del mundo de rodillas.
Actualmente, la humanidad global empieza a reconocer que se ha procedido mal en muchas cosas, que en ese afán de extensión y poder, se ha terminado por destruir paulatinamente el equilibrio de la naturaleza, hasta el punto de tener que sufrir hoy las consecuencias: El equilibrio entre el hombre y la naturaleza se ha roto y ahora ella nos lo está cobrando. El cambio climático nos demuestra que la madre naturaleza está desbordada y furiosa; y ahora, con la aparición del Coronavirus, sentimos que se ha llegado al extremo y si no hacemos algo, tanto la una, como el otro terminarán por extinguirnos del planeta.
El temor de la humanidad ha sido tal, que aún hasta los países más poderosos del mundo han tenido que doblegarse hasta ordenar el confinamiento de sus habitantes en una cuarentena que hasta el presente no se sabe cuándo habrá de parar.
Esta situación ha llevado al mundo intelectual y sus alrededores, a buscar respuestas en situaciones similares padecidas o narradas en años anteriores y es así, como muchos de nosotros recordamos la narración de Albert Camús, allá por los años 40s, cuando publicó “La Peste”, una novela que ha tenido como escenario su tierra natal Orán y en la que narra los padecimientos de una pequeña población de aproximados 200.000 habitantes, azotada por una peste, que semeja algunas situaciones similares a las que actualmente vivimos con el Covid-19.
La obra de Camús que, según Rafael Narbona, profesor de filosofía de Madrid España, filósofo y crítico literario, “intenta una respuesta al dolor desatado por la segunda guerra mundial” y en la que dice que “la enfermedad siempre está ahí, pero pensamos que sólo le concierne a los otros. Ahora es asunto de todos.” Y termina diciendo que esa “campana de cristal” en la que creíamos que estábamos resguardados “se ha roto”, hasta concluir que en definitiva que “no somos invulnerables” (Blog Entre clásicos: Albert Camús en los tiempos del Coronavirus)
Entre muchas lecciones dejadas por la lectura de “La Peste” de Camús podemos destacar el valor del sacrificio de los médicos y enfermeras, representados en el Dr. Riux y sus compañeros de lucha, la solidaridad humana, destacada en los gestos heróicos de la dirigencia de Orán, el descubrimiento y aceptación de la fragilidad humana, y la necesidad absoluta de apoyo que cada uno de los pacientes tuvieron para lograr su recuperación.
Estamos viviendo una época que parece de novela, o que serviría para un guión de película de terror, con la única diferencia de ser todos nosotros los protagonistas frente a un antagónico misterioso y aparentemente inofensivo, al que necesitamos derrotar. La única verdad es que sólo nos salvará la solidaridad de todos los habitantes de esta pequeña aldea que llamamos PLANETA TIERRA.
Dosquebradas Abril 2 de 2020
Imagen del Internet