CRECIERON LOS CEREZOS
Canción a un amor samaritano,
(Paráfrasis de mi novela "Después de la soledad")
Azotaban las horas de la angustia
entre inciensos y rezos
solo entre muchos y entre todos solo.
En las noches mis manos y mi cuerpo
en las noches mi espíritu vagaba
Buscaba en los meandros de mi vida
la cura de mis ansias
y el pecho ardiendo en trizas
estallaba
Viudo de amor no hallaba
ni epidermis ni besos ni una frase
ni un halago a mis pieles
devastadas
Sólo el amor etéreo rondaba
con sabores de arcano.
Y la angustia infinita me tocaba
como una daga ardiente
que en las noches eternas
me punzaba
Vino entonces el viaje,
el mar, las playas
y tu piel y tu risa y tus encantos...
todo aquello rompió mis desencantos
y el cielo se entreabrió
con luces de hadas.
Tus ojos grandes besaron a mis ojos
y en tu sonrisa curé mis ansiedades
y tus manos selladas con las mías
devoraron las playas
Después, sobre la arena
el mar borró los besos;
pero en mi ser cansado
crecieron los cerezos
y a su vera las plantas florecieron
entre aromas y rezos.
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