Alguien me preguntó por qué el título de mi novela
"DESPUÉS DE LA SOLEDAD".
Como saben, yo fui sacerdote católico durante 10 años. (Aun sigo siendo Católico y amo a mi iglesia,pero no ejerzo el sacerdocio). Durante ese tiempo ejercí en Apía Rda. en La Virginia, en Pereira (dos parroquias) y en el Corregimiento de Arabia. Pienso que lo hice con honestidad y con amor a la comunidad y a la Iglesia; pero poco a poco empezó a acosarme el sentimiento de la soledad sacerdotal. Extrañaba el amor humano, ese que se da y se recibe con besos y caricias; así que decidí solicitar la licencia al Obispo y retirarme para conformar un hogar. Años más tarde lo logré y ahora gozo de la compañía de mi esposa y de mis hijos. Mi soledad humana quedó curada y ahora vivo muy feliz. Yo respeto y admiro a los demás sacerdotes que continúan con el ejercicio honesto de su celibato, pero a mí me quedó grande.
Esta novela cuenta todo lo que pasaba dentro de mí durante ese periplo de mi vida y creo que es válido mi testimonio,como ser humano, sujeto a sus propias debilidades.
Yo sé que con esta novela puedo resolver preguntas a mucha gente sobre lo que pasa en el interior de la vida de un sacerdote célibe, y como digo: Admiro y respeto a todos esos sacerdotes que a pesar de su lucha interna de hombres, han podido concluir su heróica misión con dignidad. Ojalá un día la Iglesia supere ese escollo.
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