sábado, 12 de diciembre de 2009

Tras de los ojos están las verdaderas miradas


SONRÍES
(En los contornos de tu ombliguera)


De pié,
sobre la cumbre de mis degustaciones,
sabrás que estoy mirando
a la mitad del mundo
cuando vienes de frente.
Mis ojos en grata desmesura
aún no saben
por dónde aventurar su recorrido.
y mis neuronas todas se pelean
por decidir entonces
el delicioso inicio:
si trepar por las cuestas empinadas
en pos de las dos hermosas cumbres
que son como remansos ostentosos
de mieles y ambrosías;
y después de llegar a la empinada,
naufragar entre el mar encarnado de tus labios;
o rodar cuesta abajo,
hasta perderme
en tus selvas undosas y enigmáticas,
dejar que el río de mi sangre bulla
palpitante en mis labios
que lo acarician todo,
y se beben la dicha
hasta embriagarme,
con sus mieles exóticas;
y entonces,
descender presuroso en tus columnas
hasta perderme en las últimas falanges
…de tus dedos
para estampar en ellas,
una y mil veces,
el sartal de mis besos.

Estoy mirando a la mitad del mundo,
y tu...
apenas me sonríes.

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